Alimentar aves de jardín

Dar de comer a pájaros salvajes en el jardín

¿Qué comen los pájaros en la ciudad?

Mirlo
Foto de mirlo (Turdus merula)

En la ciudad, los pájaros se alimentan de los abundantes desperdicios producidos por la actividad humana y no sufren el acoso de los depredadores naturales, como los zorros, las comadrejas o los halcones. A veces, las aves eligen su domicilio en la ciudad y duermen en los parques y jardines o bajo los tejados, como es el caso de las palomas, los gorriones, los mirlos, las golondrinas, etc.

Estos pájaros urbanos son observados por los amantes de la ornitología, que dotados de infinita paciencia tratan de domesticar atrayéndolos con golosinas. Esta actividad, que los ingleses llaman «birdgardening», y que no es más que crear en nuestro jardín, parque, terraza o balcón rincones donde los pájaros encuentren resguardo y comida, combina la pasión por la jardinería con la pasión por los pájaros. El objetivo de ello es atraer a nuestro jardín, terraza o balcón los pájaros silvestres para observarlos con comodidad.

Los pájaros deben alimentarse muy a menudo porque tienen un elevado metabolismo como adaptación al vuelo. Por ejemplo, se ha calculado que una pareja de carboneros devora en 3 meses 8.000 insectos, pero esta cifra se duplica si tiene que criar una nidada. Por ello, si le damos comida en invierno nos lo agradecerán.

Aves de jardín

¿Cuándo es recomendable suministrar alimento a las aves?

comedero
Instalar un comedero en nuestra jardín en invierno será para las aves un recurso de inestimable valor

Cuando es auténticamente invernal, es decir, cuando haya heladas prolongadas y existe una capa de nieve es recomendable dar de comer a las aves de nuestro jardín.

Los pájaros encuentran rápidamente cualquier punto donde se les facilita alimento y atraen a sus congéneres. Por ello, un aporte de alimento para que las aves se acostumbren no suele ser necesario.

Cuando se produzca el deshielo y desaparezca la nieve, no se les debe facilitar la comida a las aves diariamente sino espaciadamente a lo largo de varios días. Así se favorece que las aves adquieran el comportamiento natural de búsqueda de alimento.

En cualquier caso, en la época de cría, es decir, en los meses de abril y julio generalmente, no hay que darles nunca comida a las aves. La mayor parte de los polluelos no pueden digerir los alimentos de origen vegetal y son alimentados por sus padres con insectos. De este modo, con la llegada de la primavera, resulta primordial dejar de alimentar a los pájaros. Así, las crías se alimentarán de forma exclusiva de los alimentos que hayan recogido los padres en la naturaleza.

¿Por qué es importante alimentar a los pájaros en invierno?

En invierno, es cuando las aves necesitan comer más para mantener el metabolismo basal y no morir de frío. Paradójicamente, en esta época del año, les cuesta mucho más a las aves y a otros animales encontrar alimento ya que las plantas ya no dan frutos, la nieve recubre las semillas que han caído en el suelo y es imposible encontrar insectos.

¿Qué tipo de alimento podemos darle a las aves?

En otoño e invierno, el zorzal común come bayas y otros frutos pequeños

No todos los pájaros aprecian los mismos manjares. Conocer los alimentos apropiados para cada especie de ave será nuestra primera labor.

Observar la forma del pico es una buena forma de saber la dieta de cada ave. Las aves granívoras, que se alimentan de semillas, como el jilguero, el gorrión o el pinzón, tienen un pico cónico bastante grande a modo de cascanueces. Los pájaros insectívoros, como el reyezuelo, tienen un pico largo, flexible y fino como si fuese unas pinzas. Las aves que tienen una alimentación variada, como el mirlo, el cuervo o el estornino, están provistos de un pico puntiagudo y bastante grande.

A las aves que en otoño e invierno comen también bayas, semillas y frutos pequeños, como petirrojos, zorzales o mirlos, se les puede dar copos de avena, pasas y fruta muy picada. A estas aves les gusta mucho las bayas de serval, saúco o aligustre, que se pueden recolectar en otoño y ponerse a secar. Si es necesario, se pueden alimentar con migas de pan, patatas y arroz, aunque no hay que darles ningún alimento salado.

Las aves granívoras, como pinzones, gorriones, lúganos, picos picapinos y tórtolas prefieren las pipas de girasol, cañamones y granos de trigo u otro cereal.

Las aves acuáticas, como cisnes, gansos, patos, fochas o gaviotas, no son muy exigentes y aceptan el pan seco y los granos de cereales, sobre todo de trigo, avena, maíz y cebada, así como verduras y fruta. Estos alimentos no pueden contener ni sal ni especias.

A las aves del campo (esteparias), como alondras, gorriones molineros, perdices o faisanes, se les puede alimentar con cereales. Estos animales buscan casi siempre la comida en el suelo.

Para las aves de presa o aves rapaces, como los cernícalos o el águila ratonera, están indicados los pequeños mamíferos, como roedores, tales como ratones. Se les puede ofrecer desechos de matadero que se dispondrán en un espacio previamente despejado de nieve a las afueras de las poblaciones.

Inconvenientes de alimentar a las aves de jardín

Los pájaros que aprovechan el alimento que le suministramos los humanos están adaptadas a la estación invernal y, además, el aporte de alimento no quedará reflejado con un aumento en el número de ejemplares de dicha determinada especie de ave. Ello se debe a que al aumentar el número de pájaros, es decir, al producirse la superpoblación de la especie, aumenta la competencia en primavera entre los individuos de dicha especie para ocupar el territorio. Por ello, cada pareja tendrá más limitado el territorio donde conseguir alimento y habrá una precariedad alimenticia para sus crías. Ello tiene como resultado que disminuye el número de polluelos nacidos en esa nidada.

Otro inconveniente que causa alimentar a las aves en invierno es el de frenar la selección natural, sobreviviendo, gracias al aporte humano de comida, ejemplares débiles o enfermos que en condiciones naturales no hubieran llegado a reproducirse.

Por otro lado, se plantea el problema de la higiene, ya que los comederos atraen un gran número de ejemplares con el riesgo de transmisión de enfermedades entre ellos.

El agua para las aves de jardín

Los puntos de agua instalados en nuestro jardín son imprescindibles para la supervivencia de los pájaros, que los utilizan para beber o darse un baño.

Para ello, se puede construir un pequeño estanque o fuente, aunque una palangana llena de agua y situada en un lugar resguardado es suficiente.

El recipiente con el agua debe tener rebordes para que se puedan sujetar los pájaros sin caer en el agua. Si colocamos unas piedras en el centro del estanque, ofrecerán a las aves un sólido apoyo. Es muy importante que el agua esté siempre limpia, por lo que deberemos cambiarla con frecuencia.

Podemos colocar plantas acuáticas en nuestro estanque de jardín. El follaje de las plantas acuáticas es un buen lugar para que aniden las larvas de mosquitos, insectos muy apreciados por los pájaros insectívoros, como el petirrojo, el zorzal, el mirlo, la golondrina, el carbonero o el herrerillo. Los nenúfares son utilizados por las aves como punto de apoyo para beber o bañarse en el estanque ya que soportan el peso de un pájaro de gran tamaño como el mirlo.

Más información sobre la alimentación de las aves.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

4 junio, 2021

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