Cómo cazan los reptiles

Técnicas de caza de los reptiles

¿Cómo consiguen la comida los reptiles?

Los reptiles cazan guiándose mayoritariamente por la vista, mientras que las especies herbívoras se sirven del olfato para encontrar el alimento. Aunque, los animales se sirven de todos sus sentidos para desarrollar cualquier actividad.

El modo que tienen los reptiles carnívoros de hacerse con una presa es muy distinto según la especie y sus costumbres.

¿Cómo cazan las serpientes?

Foto de víbora hocicuda (Vipera latastei). Las víboras hacen uso de su veneno para cazar a sus presas

Muchas serpientes cazan al acecho aves y otras presas. Este es el caso de las serpientes arborícolas, como por ejemplo, el crotalino o tamaga verde (Bothriechis marchi), la pitón arborícola verde (Morelia viridis) o la boa esmeralda (Corallus caninus).

Otras serpientes más pequeñas, las serpientes de enredadera, como la culebra arborícola del Cabo (Dispholidus typus), la serpiente liana o serpiente pajarera (Thelotornis capensis) o la serpiente de hocico largo (Ahaetulla nasuta), tienen unos cuerpos alargados y finos muy parecidos a las ramas de los árboles que les rodean, esperando pacientemente durante horas hasta que se acerquen a ellas algún animal de su agrado, como un pájaro.

En cambio, unas cuantas serpientes persiguen implacablemente la comida. Este es el caso de las serpientes acuáticas, como la culebra teselada (Natrix tessellata).

Serpientes venenosas

Algunas serpientes venenosas, como es el caso de las víboras, cuando muerden a la presa y le inoculan el veneno la dejan ir y se limitan tan solo a seguir el recorrido que ha hecho la víctima con la ayuda del órgano de Jacobson. (Este órgano está relacionado en las serpientes con el olfato, por lo que les proporciona información sensorial de tipo olfativo cuando recibe, a través de la lengua que sacan continuamente estos animales, las partículas olorosas que flotan en el aire).

Las serpientes de cascabel o crótalos poseen un órgano especial en la parte anterior de la cabeza, la foseta térmica, que les es muy útil para localizar el calor que desprenden las presas de sangre caliente (roedores, sobre todo).

La lengua, en las serpientes, es bífida o bifurcada y tienen función sensorial de tipo olfativo. La lengua de estos reptiles recoge las partículas olorosas transportadas por el aire hasta el órgano de Jacobson. Gracias a la escotadura que tienen las serpientes en la parte anterior de la cabeza pueden sacar la lengua sin necesidad de mantener abierta la boca.

Las serpientes venenosas pueden tener dos tipos de veneno, el neurotóxico y el hemotóxico.

El veneno de naturaleza neurotóxica afecta a nivel nervioso impediendo la transmisión de los impulsos nerviosos. Este tipo de veneno lo tienen las serpientes venenosas más peligrosas, como las mambas, las cobras y las serpientes de coral entre otros elápidos o serpientes de la familia Elapidae.

El veneno de tipo hemotóxico típico de las víboras y las serpientes de cascabel o crótalos, en cambio, ataca de forma más generalizada y causa la destrucción de los tejidos afectados y provoca graves hemorragias.

El veneno de las serpientes venenosas les sirve para inmovilizar a sus presas paralizándolas sin tener que recurrir a la fuerza, aunque muchas veces llega a matarlas porque les causa la asfixia cuando los músculos respiratorios quedan paralizados por la acción del veneno.

Serpientes no venenosas

Las serpientes no venenosas tienen que conseguir su presa de otros métodos, ya sea asfixiándola por estrangulamiento, como las serpientes constrictores, como boas, pitones y anacondas. Otras especies se limitan simplemente a inmovilizar a sus presas enroscando su cuerpo alrededor del animal que van a comer, como sucede con las las serpientes ratoneras (Elaphes sp.) y con algunas culebras, como la culebra lisa meridional.

Sin embargo, la mayoría de las serpientes son venenosas, no solo las más conocidas, como víboras, cobras, mambas o serpientes de coral, incluso existen culebras venenosas, como la culebra bastarda (Malpolon nonspelssulanus) o la culebra de cogulla (Macroprodoton cucullatus). Aunque en Europa el número de serpientes venenosas es mucho menor que en otros continentes. En la Península Ibérica, por ejemplo, sólo existen verdaderamente 1 grupos de serpientes venenosas, las serpientes de la familia de las víboras o víperidos, junto con algunas especies sueltas de colúbridos, siendo la culebra bastarda la más peligrosa de todas ellas.

Estos reptiles son venenosos porque tienen glándulas venenosas y dientes inoculadores del veneno, que son opistoglifos o proteroglifos, según si están, respectivamente, en posición posterior o anterior de la boca del animal. Las serpientes no venenosas tienen dientes de tipo aglifo.

La forma de que llegue el veneno al cuerpo del animal que la serpiente pretende devorar depende de la eficacia con el que se inocula. A modo de jeringas, los dientes de las serpientes venenosas inyectan el veneno en el cuerpo de la presa. Pero no todos los dientes inoculadores del veneno son iguales. Los de mayor eficacia son los de las víboras porque sus dientes están totalmente acanalados por dentro, con lo que no existe ninguna pérdida de veneno. En el otro extremo, están los dientes de algunas culebras europeas (de tipo opistoglifo), como la culebra bastarda o la culebra de cogulla, cuyo canal no está completamente cerrado, por lo que siempre se produce una pequeña pérdida de veneno pero suficientemente importante. Este aspecto no tiene importancia para el animal, porque consigue perfectamente su objetivo, el de paralizar a la presa, pero si para nosotros. La picadura de la culebra bastarda, así como de otras serpientes con dentición opistoglifa, no es tan peligrosa como la mordedura de una víbora hocicuda o de otra serpiente con dientes de tipo proteroglifos.

No obstante, lógicamente, la eficacia de un veneno también depende del tipo de veneno, porque ya hemos dicho que las serpientes venenosas no todas tienen el mismo tipo de veneno. El veneno neurotóxico es muy peligroso porque puede causar la muerte por asfixia del animal. En esta lista están las serpientes de coral, las mambas o las cobras.

* Ver más sobre: Técnicas de caza de las serpientes

¿Cómo cazan las tortugas?

En las tortugas acuáticas también existen 2 grupos, el de las tortugas exploradoras que se desplazan en busca de presas que persiguen hasta darles caza y el de las tortugas que cazan al acecho, animales silenciosos y cautos que pasan largos tiempos inmóviles esperando la llegada de su presa.

Tortugas que persiguen activamente a sus presas

En el primer grupo, el de los reptiles que buscan sus presas activamente, están las tortugas más conocidas, como las tortuga de Florida y otras Trachemys, las Graptemys y las Chrysemys y las tortugas europeas Mauremys leprosa o galápago leprosoy Emys orbicularis o galápago europeo. Son animales rápidos y ágiles que dependen de su velocidad y destreza para obtener la comida (Aunque también se alimentan de carroña, como la mayoría de tortugas de agua).

Tortugas que cazan al acecho

Las tortugas que cazan al acecho se valen de otros recursos distintos para hacerse con una presa. Estos animales son los maestros del camuflaje y el engaño.

La mayoría de estas tortugas pueden pasar largo tiempo en el fondo del agua invisibles a los ojos de sus presas hasta que se aproximen más de la cuenta para darles caza con un rápido movimiento.

Algunas colocan verdaderas trampas a sus víctimas. La lengua en forma de gusano de la tortuga caimán o tortuga aligator (Macroclemys temminckii) actúa de señuelo para atraer a peces curiosos que no dudará en engullir con una rápida dentellada cuando estén a su alcance.

La tortuga caimán no es el único reptil que hace uso de este tipo de argucias. Las serpientes espinosas (Acanthophis sp) usan como señuelo la cola. Estos animales, cuando quieren conseguir una presa, mueven rítmicamente la cola. El tipo de movimiento que le dan a su cola, junto con la coloración especial de este apéndice basada en colores llamativos que destacan sobre el resto del animal, como el amarillo o el blanco o el negro con manchas de otros colores, además de la espina que tienen en la punta de la cola, consiguen hacer creer a la presa que ha encontrado comida (un insecto o similar). Lamentablemente para el desafortunado animal, lo que éste halla es la muerte después del rápido mordisco que le propina la serpiente. De hecho, las Acanthophis también se les conoce como serpientes de la muerte dado su potente veneno de tipo neurotóxico que paraliza rápidamente a la presa y la acaba matando por asfixia, y también al ser humano en pocas horas si no se le aplica un antídoto.

En las tortugas, serpientes (exceptuando las venenosas), lagartos y cocodrilos, el procedimiento de la captura de la presa es muy sencillo y se basa en atraparla con la boca, con la ayuda directa de las mandíbulas.

¿Cómo cazan los camaleones?

Foto de camaleón velado (Chamaeleo calyptratus)

Los camaleones usan utilizan su larga lengua para cazar a los insectos y otras presas vivas

Sin embargo, algunos reptiles concretos, como los camaleones tienen recursos más artificiosos para hacerse con la comida. Los camaleones, gracias a su larga lengua (la lengua del camaleón común es tan grande como la longitud de todo su cuerpo) proyectada a gran velocidad, consiguen sorprender a sus presas que capturan mediante la superficie pegajosa de la lengua. Las sustancias mucosas hacen que la lengua de los camaleones sea pegajosa, pero sobre todo es el vacío que se crea en la punta de la lengua el responsable de apresar a los animales de mayor tamaño.

 

* Información relacionada: Técnicas de caza los animales depredadores / Técnicas de caza del león / Técnicas de caza+ de las ranas y sapos / Técnicas de caza de la mantis / Gato, animal cazador / Instinto de caza del perro y del lobo / Peces depredadores

Más información sobre los reptiles.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

5 mayo, 2022

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