Utilidad de las algas

Usos de las algas

¿Qué son las algas?

Las algas son un grupo de vegetales, es decir, de seres vivos eucariotas fotoautótrofos normalmente acuáticos y con una morfología menos compleja que las plantas superiores. Existen algas unicelulares, como Chlamydomona, algas coloniales como Volvox, pluricelulares filamentosas como Ulothrix y otras pseudoparenquimáticas, como Rissoella. Hay algas muy grandes, como el sargazo gigante.

Las algas no pertenecen a ningún grupo taxonómico en concreto, porque en realidad representan están agrupados dentro del reino de los protistas o protozoos y de las plantas o reino Plantae.

Utilidad de las algas

Las algas son las productoras primarias de los medios acuáticos, capaces de producir oxígeno a partir de la hidrólisis del agua (fundamental para la respiración de los animales acuáticos con respiración branquial), y de sintetizar materia orgánica a partir de materia inorgánica. Este tipo de algas, arrastradas por las corrientes de agua y que se encuentran a nivel superficial, constituyen el fitoplancton. En la cadena alimentaria, las algas son el alimento de los animales herbívoros, como peces e invertebrados acuáticos, y otros seres vivos heterótrofos herbívoros que constituyen el zooplancton.

Las algas de tamaño macroscópico son el refugio de comunidades importantes de invertebrados, como moluscos acuáticos, erizos de mar y de animales vertebrados, como pulpos y caballitos de mar. Las algas que viven en el fondo de los ecosistemas acuáticos forman una compleja comunidad de organismos microscópicos llamada fitobentos, que constituye el alimento de animales como numerosos invertebrados, renacuajos o incluso ciertos peces herbívoros.

Foto de alga wakame. El alga wakame se utiliza en la cocina japonesa

Las algas no solamente cumplen una función fundamental en la naturaleza, también son utilizadas por el hombre para la producción de alimentos, como el alga nori (un alga roja o rodófito) en la cocina japonesa o para la fabricación de suplementos nutricionales, como la espirulina (una cianobacteria). Las algas también se destinan a la obtención de productos comerciales como los alginatos (a partir de algas pardas marinas), útiles en la industria alimentaria y farmacéutica, y para la producción de agar-agar o gelatina vegetal (a partir de varios géneros de algas rojas, como Gelidium o Gracilaria), con distintas aplicaciones.

Pero las algas no tienen una aplicación práctica solo en el sector agroalimentario, pues entre otras funciones se utilizan recientemente para la producción de biocombustibles, en la fabricación del papel, para el encolaje o glaseado, en productos cosméticos, como cremas, champúes o jabones, en la industria química, para la fabricación de pinturas y barnices o, por ejemplo, como bioindicadores para determinar el estado de conservación de los ecosistemas acuáticos (se utilizan las diatomeas para ello).

Problemas que causan las algas

La proliferación excesiva de algas puede dar un mal sabor y olor al agua, haciéndola no apta para el consumo. Al enturbiar el agua y dificultar que entre la luz, cuando hay una concentración demasiado elevada de ellas, puede ocasionar que a las plantas acuáticas no les llegue la luz necesaria para hacer la fotosíntesis. Las algas cuando se mueren causan una reducción del oxígeno contenido en el agua por la propia actividad de los microorganismos descomponedores. Un exceso de algas puede llegar a limitar el oxígeno del agua hasta niveles que comprometan la vida subacuática.

Las cianobacterias pueden producir toxinas llamadas cianotoxinas, que se liberan al agua cuando sus células mueren o se rompen. Estas toxinas pueden tener efectos sobre la piel, hígado o sistema nervioso y ser dermatotóxicas, hepatotóxicas o neurotóxicas, respectivamente. Las cianobacterias son un problema cuando hay una excesiva proliferación de ellas, llamada bloom de cianobacterias o bloom algal. La acumulación de nutrientes de forma exagerada en el agua suele causar blooms de cianobacterias.

punto rojo Más información sobre las algas.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

20 noviembre, 2019

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