Adaptaciones de las cecilias

¿Qué adaptaciones tienen las cecilias?

Adaptaciones de las cecilias

Las cecilias acuáticas tienen sus cuerpos adaptados a la vida dentro del agua tras un proceso de adaptaciones secundarias, surgidas posteriormente durante la evolución, pero el resto de cecilias son animales de costumbres terrestres y excavadoras.

Los cecílidos o ápodos tienen numerosas adaptaciones para la vida bajo tierra, únicas entre los vertebrados:

  • Cabeza de conformación puntiaguda para facilitar el paso dentro de la tierra.
  • Huesos del cráneo fusionados para aumentar la potencia de excavación.
  • Tentáculos sensoriales olfativos, en número de dos, a cada lado de la cabeza, de comportamiento retráctil, para localizar a sus presas con gran eficiencia.
  • Dotación muscular de la mandíbula extra para cerrar la mandíbula mientras excavan galerías bajo tierra.
  • Piel fusionada con los huesos subyacentes en la zona del cráneo para que no se produzcan desgarros durante la excavación.

¿Cómo es el cráneo de las cecilias?

Estos anfibios tienen el cráneo preparado para excavar madrigueras, por lo que éste es de disposición alargada y de consistencia maciza, imitando la forma y disposición de un proyectil.

  • Su reforzado cráneo les permite a las cecilias practicar túneles bajo tierra o salir a la superficie para encontrar presas con gran rapidez.

Las cecilias son ciegas y sordas

Las cecilias son ciegas porque tienen los ojos atrofiados y quedan tapados por la piel de la cabeza o incluso debajo de los huesos del cráneo. Tampoco tienen un sentido del oído como las personas porque en estos animales no se observa abertura del oído.

No obstante, estos anfibios son capaces de detectar a sus presas y a sus enemigos al captar las vibraciones del medio que producen los animales cuando se encuentran en sus inmediaciones. A través del par de tentáculos sensitivos detectan a sus presas y consiguen capturarlas con gran precisión.

¿Cómo respiran las cecilias?

Estos anfibios tienen respiración pulmonar en su vida adulta, pero respiran sobre todo a través de un pulmón, pues el pulmón izquierdo es generalmente más pequeño, aunque existen variaciones. Microcaecilia iwokramae solo posee un único pulmón, por ejemplo.

La cecilia de la especie Atretochoana eiselti carece de pulmones, por lo que debe confiar su respiración a la respiración cutánea. Ésta es la única especie de cecilia que no tiene pulmones.

Pocos son los vertebrados tetrápodos (todos los vertebrados menos los peces) que carece de este tipo de respiración, algunos otros de ellos son la amenazada rana Barbourula kalimantanensis, además de varias especies de salamandras de la familia Plethodontidae, las llamadas salamandras apulmonadas.

Las cecilias en fase larvaria respiran a través de branquias.

Más información sobre las cecilias.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

20 septiembre, 2021

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