El cerebro de los insectos

¿Cómo es el cerebro de los insectos?

¿Los insectos tienen cerebro?

Los insectos sí tienen cerebro y está formado por 3 partes: el protocerebro (sección anterior), el deutocerebro (entre el protocerebro y la última parte del cerebro) y el tritocerebro (la parte más pequeña).

Mantis religiosa comiendo

Foto de mantis religiosa (comiendo un tenebrio)

El pequeño cerebro de los insectos, foramdo por 3 partes y situado en la cabeza del animal, les permite tomar decisiones y llevar a cabo comportamientos, como la alimentación

Sin embargo, el cerebro de la mayoría de los insectos es un gran grupo de neuronas que se encuentra situado sobre el esófago, por lo que se suele llamar ganglión supraesofágico. Ahora bien, como en los animales vertebrados, el cerebro en los insectos se suele situar en la región de la cabeza, aunque en las larvas de mosca éste se encuentra unos cuantos segmentos antes.

El protocerebro es la parte más compleja del cerebro de los insectos. Esta parte se encarga de llevar el tráfico neuronal entre los mensajes sensitivos que le llegan al insecto y las señales motoras, que permitirán que el animal se mueva.

En el centro del protocerebro, hay los cuerpos de seta que son un par de estructuras lobuladas que que inervan los ojos compuestos de los insectos y también sus ocelos y que se encargan de la coordinación de la actividad locomotora del insecto, así como de la orientación espacial. Estas estructuras anatómicas también le posibilitan al insecto el aprendizaje y la memorización.

El deutocerebro está conectado a las antenas y se encarga del procesamiento de la información quimiosensorial, por ello media en comportamientos como la alimentación o la conducta sexual de los insectos.

¿Qué funciones tiene el cerebro de los insectos?

A un nivel más primitivo, el cerebro de los insectos cumple las mismas funciones que el de los animales superiores: coordinación motora, orientación espacial, percepción de estímulos sensitivos, aprendizaje, memoria, etc. El deutocerebro media en comportamientos de los insectos como la alimentación, la reproducción o la conducta sexual.

Estudios con moscas de la fruta parecen indicar que los cuerpos de seta que hay en el protocerebro de los insectos son importantes para aprender los olores, pero no se encargan del aprendizaje visual ni táctil.

Sistemas quimiosensoriales de los insectos

Los insectos viven en un mundo de información sensorial química, es decir, aquel relacionado con los sentidos del olfato y del gusto. Aunque la especie humana sea bastante limitada en cuanto a la capacidad olfativa, lo cierto es que hay un gran número de olores en el mundo. Para poder captar con gran precisión dichos olores, ciertos insectos son especialistas.

La polilla norteamericana Antheraea polyphemus macho tiene conectadas en cada una de sus antenas plumosas 150.000 neuronas sensitivas. El 70% de estas neuronas se especializa en captar los olores sexuales (o feromonas sexuales) producidos por las hembras de su especie.

* Ver más sobre: Inteligencia de los insectos

Más información sobre los animales invertebrados.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

22 abril, 2019

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