El cultivo del enebro

Cómo cultivar el enebro

Cultivo del enebro (Juniperus communis)

Características del enebro Juniperus communis

Arbusto perenne de la familia de las cupresáceas de hasta 7 m, aunque no suele superar los 2 m. Tallos numerosos de corteza marrón rojiza que se cuartea en laminas delgadas con mucha facilidad. Hojas punzantes, verde oscuras por el haz y con una banda blanca por el envés, en verticilos de tres. Flores masculinas y femeninas en árboles distintos (Planta dioica). Las flores masculinas son de color amarillo y crecen en las axilas de las hojas. Fruto en gálbulo, verde durante el primer año; azulado- oscuro en la madurez que se produce al cabo de dos o tres años.

ENEBRO

Enebro. Riego

Riego moderado, resiste muy bien la sequía. Cuando el árbol se encuentre bien arraigado, si se producen precipitaciones regulares no hará falta regarlo. En años muy secos, sobre todo en las estaciones más calurosas, puede regarse cada 15 o 20 días, procurando que el suelo se encuentre seco antes de aplicar el nuevo riego.

Enebro. Usos

Se utiliza como árbol o arbusto decorativo, y como planta medicinal y aromática. Muy utilizado en jardines públicos, plazas, urbanizaciones, etc. Se puede usar para desarrollar árboles de una cierta altura, para formar setos recortados o para cubrir suelos.

La utilización abundante de esta planta, al igual que otras plantas de la misma familia, como cipreses, tuyas o sabinas, se debe a su capacidad de resistencia a las plagas, enfermedades, su capacidad para soportar la contaminación, la sequedad ambiental y del terreno, así como la tolerancia a los diferentes tipos de suelos.

El mayor uso de estas plantas como ornamentales ha contribuido al aumento de los casos de alergia al polen.

Enebro. Ambiente y exposición

Plantar al sol. Es una planta muy resistente a las heladas, excepto cuando son pequeños que pueden necesitar algo de protección contra el frío. Los enebros necesitan disponer de mucho espacio libre a su alrededor, dada la gran capacidad de extensión horizontal de sus raíces así como la necesidad de disponer de suficiente luz.

Enebro. Reproducción y cuidados

La mayoría de los cultivares se obtienen por injerto. Se puede reproducir injertándolas sobre el Enebro de Virginia (Juniperus virginiana) o el enebro de la China (Juniperus Chinensis) obtenidos mediante semilla. Para obtener estos patrones, las semillas se recogen en otoño y se deberán plantar en primavera, después de haber sido sometidas a un proceso de estratificación fría durante 4 meses meses. La germinación no siempre se produce y, cuando lo hace, el crecimiento es muy lento, por lo que se pueden requerir hasta 3 años para disponer de una plántula sobre la que pueda aplicarse el injerto.

Otra forma de reproducción es mediante esquejes. Pueden esquejarse en invierno, a partir de esquejes cortados en esta misma estación. Para favorecer el enraizamiento se pueden mojar durante unas horas con hormonas. Los esquejes se plantaran sobre un suelo mixto de perlita y turba y se mantendrán en el interior con una temperatura que oscile entre los 15 y los 27ºC. Se deberá mantener una humedad elevada y una buena luz para que el esqueje se agarre bien.

Los esquejes también pueden llevarse a cabo en verano a partir de ramas obtenidas durante esta estación. En este caso no hace falta proteger del frío.

Otra manera de reproducirlo es mediante acodos en invierno y plantados una vez hayan enraizado en verano, aunque tardan mucho en crecer. Mejor dejar crecer en maceta el primer año y luego trasplantar.

Los enebros necesitan ser podados de tanto en tanto para conservar un tamaño adecuado. Pueden igualmente podarse si se requiere darles una forma más agradable o cuando se utilizan como setos. La poda puede llevarse a cabo en primavera u otoño.

Enebro. Suelo, abonado, plagas y enfermedades

Los enebros prefieren un terreno de naturaleza caliza y con un buen drenaje aunque son capaces de adaptarse a la mayoría de los terrenos.

Dado la gran capacidad de las raíces para extenderse a lo largo del suelo, estos árboles son capaces de aprovechar los minerales que se encuentran disponibles, por lo que no necesitan demasiada atención en el tema del abonado. Sin embargo, se ha comprobado que la adición de materia orgánica cada dos o tres años se manifiesta en un mayor lustre de las hojas y una mayor resistencia a las enfermedades.

La principal enfermedad que le afecta es la aparición de hongos en primavera, sobre todo en años calurosos y húmedos. (El tratamiento supone la utilización de un fungicida adecuado)

Otra plagas que pueden afectarles son las cochinillas y la araña roja.

punto rojo Más información sobre el enebro.

Este artículo ha sido avalado por Julián Masats - Ingeniero técnico agrícola especializado en hortofructicultura y jardinería.
Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

19 noviembre, 2021

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