Castración en gatos

Esterilización en gatos

¿Qué es la castración del gato?

La castración del gato es el acto de privar a los gatos machos y hembras de sus órganos reproductores, es decir, de los testículos u ovarios, según si se trate de un macho o una hembra, respectivamente.

Finalidad de la castración en gatos o gatas

La castración se emplea muy frecuentemente para modificar la conducta de los gatos y de las gatas. La castración se utiliza tanto para modificar la conducta sexual como para modificar las conductas sexualmente dimórficas (conductas que se dan con mayor frecuencia en un sexo que en otro, es decir, típicamente masculinas o típicamente femeninas).

* Información relacionada: ¿Gato o gata, qué es mejor?

Castración femenina, esterilización

La castración femenina causa la desaparición de forma inmediata y definitiva de la conducta sexual. Por ejemplo, la hembra deja de tener celo de por vida. Ello se debe a que la conducta sexual de la gata, depende directamente de las hormonas ováricas (es decir, de los estrógenos).

Al igual que en el resto de animales domésticos, tampoco desaparece la conducta sexual tras realizarse la castración si se produce el síndrome del resto ovárico. El síndrome del resto ovárico se da porque el poco tejido ovárico que ha quedado tras la operación es suficiente grande para producir suficiente cantidad de estrógenos para desarrollar la conducta sexual.

El síndrome del resto ovárico es frecuente que se se de en gatas con sobrepeso porque la grasa no deja ver todo el ovario y no es posible extirparlo en su totalidad.

Castración masculina

La castración en gatos, a diferencia de la castración en gatas, no siempre es efectiva porque sus efectos son variables en magnitud y en el tiempo. Los gatos castrados pueden tener conducta sexual, manifestar sólo parte de la conducta sexual o tener conducta sexual completa. Además, la conducta sexual puede verse interrumpida durante toda la vida del animal o únicamente durante parte de su vida.

La gran variabilidad de la respuesta a la castración se debe a que la conducta sexual de los machos se puede desarrollar independientemente de las hormonas sexuales masculinas (andrógenos) y porque depende de la experiencia sexual del individuo.

¿Por qué la castración es más efectiva en gatos que en perros?

El gato tiene espinas peneanas que son estructuras queratinizadas (endurecidas) alrededor del glande del pene que tienen como función la de estimular durante la cópula tanto a él como a la hembra. El macho tiene un gran número de terminaciones nerviosas que le informan de la estimulación táctil por el contacto del pene con la vagina.

A la hembra, las espinas peneanas le producen estimulación mecánica. Esta estimulación sexual hace aumentar la conducta sexual. Las espinas peneanas no se renuevan si no hay testosterona y la castración interrumpe la producción natural de testosterona. Por lo tanto, un gato castrado tiene disminuido el estímulo sexual, lo que le hace interrumpir su conducta sexual.

Ello explica porque el perro tiene mayor tendencia a mantener la conducta sexual que el gato. El perro carece de espinas peneanas, a diferencia de la especie felina.

Efectos indeseables de la castración en gatos

La castración tiene pocos efectos indeseables. Quizás el más importante sea el aumento de peso, especialmente en hembras (sin embargo, se da más en perras que en gatas) porque los estrógenos tienen un efecto inhibidor del consumo de alimento y de aumento de la actividad del animal.

Otro problema de la castración en gatos es la incontinencia urinaria. El animal que tiene este problema pierde el control voluntario sobre la micción, por lo que es incapaz e decidir donde y cuando orinar.

La incontinencia urinaria se da porque el esfínter urinario no cierra bien, porque para su correcto funcionamiento precisa de la concentración plasmática de estrógenos necesaria. Este tipo de incontinencia urinaria que está relacionada con la castración se llama incontinencia urinaria que responde a estrógenos o también se puede llamar incontinencia urinaria por incompetencia del esfínter.

Castración precoz en gatos

La edad para llevar a cabo la castración precoz en gatos está entre las 7 y las 8 semanas. Desde el punto de vista del comportamiento y de la salud del animal, la castración precoz es mejor que la castración clásica que defiende que se tiene que llevar a cabo al alcanzar la madurez sexual del animal, es decir, a los 6 u 8 meses de vida en el caso del perro o del gato.

En la castración precoz, tanto si se trata de perras como de gatas, se ha visto que disminuye los problemas de sobre peso, de agresión, así como los problemas médicos, como los tumores de mama. Además, se ha visto que los animales a los que se les ha aplicado la castración precoz mantienen menos la conducta sexual, porque a la edad en la que se ha llevado a cabo la castración precoz no han tenido ninguna experiencia sexual.

* Información relacionada: Ventajas de la castración en gatos

Más información sobre el gato.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

24 abril, 2020

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