El cultivo del cardo

LOS CARDOS (Cynara cardunculus)

Descripción de la planta y variedades

Planta perenne de la familia de las compuestas de hasta 1,5 m de altura. Tallos erectos, fuertes con estrías que nacen de una roseta basal de hojas grisáceas de hasta 1 m de longitud, muy divididas y con espinas amarillas rematando los extremos de los lóbulos, lo que la diferencia principalmente de la cynara scolymus (alcachofa) que no posee espinas en las hojas y estas no están tan divididas. Flores en capítulos muy grandes de hasta 5 cm de diámetro, de color azul purpúreo, más raramente blanca. Frutos en aquenio.

Su origen se sitúa en el Mediterráneo donde crece espontáneamente en ribazos, bordes de carreteras, pedregales y zonas áridas y soleadas. Ampliamente cultivada en esta zona por sus tallos foliares, resulta especialmente popular en España, Italia y Francia. También se ha adaptado en algunas partes América como Argentina y Sudamérica donde la resistencia de esta planta y el hecho que estas zonas presenten climas muy adecuados para su desarrollo ha convertido al cardo en una especie invasora.

Existen variedades especialmente cultivadas por sus flores y por su facilidad de cultivo como plantas de jardín.

Entre las muchas variedades conviene destacar como:

Inerme blanca: presenta tallos casi sin espinas y una altura menor que la mayoría de las variedades, llegando a alcanzar poco más de un metro. Variedad de color blanquecino y textura muy resistente. Muy apreciada en la cocina.

Gigante de Ingegnoli: Variedad italiana sin espinas muy resistente a la sequía y muy tierna.

‘Violetto di Chioggia’: Variedad italiana utilizada especialmente por sus flores púrpura como planta de decoración en parterres.

‘Grosso Romanesco’: Una de las variedades italianas más deliciosas para la cocina.

‘Green Globe’: Otra variedad de jardinería especialmente adecuada para climas atlánticos suaves.

Variedades de Navarra: Zona española con gran tradición en la producción de cardos. Entre las muchas variedades podemos destacar: Verde de Tafalla, Blanco de Peralta, Verde de Peralta, Rojo de Corella o Lleno de España.

El cardo de Benicarló: Variedad levantina española donde el cardo y la alcachofa presentan una ternura y una capacidad de conservación muy elevada dado que no se ponen tan negros como la mayoría de las variedades cuando se cortan.

El cardo de el Burgo de Osma o lleno blanco: Cardo procedente de la localidad de Burgo de Osma, en la provincia de Soria (España) Se caracteriza por su color gris marrón y por su suavidad.

Variedades francesas: Entre las muchas variedades destacan el cardo espinoso de Tours o el cardo verde de Vaulx-en-Velin

Foto de planta de cardo

Foto de cardo (Cynara cardunculus)

Los cardos. Riego

El cardo, aunque es una planta que en estado silvestre aguanta mucho la sequedad, necesita agua abundante para producir tallos tiernos y vigorosos. Puede plantarse en lugares secos, aunque la producción disminuye y la calidad de los cardos de cara al mercado es menor.

Es esencial que el terreno se encuentre bien húmedo cuando se realiza la plantación. Igualmente deberá mantenerse una humedad constante durante el verano, por lo que hay que regar regularmente especialmente en veranos muy calurosos y secos. El riego debe ser regular, pero debe evitarse el estancamiento.

Los cardos. Ambiente y exposición

Requiere una exposición soleada o de semisombra. Prefiere un clima templado aunque hay variedades más resistentes que pueden adaptarse en climas más frescos que son los que, en realidad, producen plantas menos amargas. (En climas muy calurosos pueden resultar demasiado amargos). Fuera de las regiones mediterráneas crece bien en lugares libres de helada que estén cerca de la costa y que presenten veranos frescos.

recogiendo cardos

Recogiendo cardos

El cardo es sensible a las heladas, especialmente cuando la planta es joven y no se encuentra bien establecida, por lo que, en climas más fríos es conveniente propagarla en semillero cubierto. Una vez ha crecido, lo que suelo ocurrir en el segundo año, puede aguantar temperaturas por debajo de los 0º C aunque la planta resulta afectada.

Los cardos. Propagación.

Puede reproducirse mediante la plantación de semillas en invierno (febrero – marzo) que deberán crecer en el interior o directamente sobre el terreno en primavera. (abril – mayo)

El primer caso es conveniente para los lugares más frescos, expuestos a las heladas tempranas de otoño. Debe plantarse en un semillero protegido durante los meses de febrero y marzo. El trasplante se realiza normalmente sobre mitad de mayo u octubre.

En climas más benignos, desprovistos de heladas primaverales y otoñales, se puede plantar directamente sobre el terreno. En este caso, se utilizarían unas 5 semillas por agujero a 1 o 2 cm de profundidad a una distancia de unos 80 cm entre planta y planta y unos 100 cm entre hilera e hilera. Cuando las plántulas hayan desarrolla 7 u 8 hojuelas, dejaremos solamente una por cada hoyo, eliminando las demás.

Aunque los cardos se pueden reproducir por plantación de renuevos, no resulta muy recomendable utilizar esta técnica debido a que las plantas nacidas de hijuelos producen cabezas no comestibles y pencas muy duras.

Los cardos. Tipos de terreno y abonos

Los cardos son plantas muy resistentes que pueden crecer en cualquier tipo de terreno. Sin embargo, prefieren los terrenos profundos, ricos en humus, que aguanten bien la humedad pero, al mismo tiempo, que tengan un buen drenaje y no queden encharcados.

Es importante trabajar el terreno antes de la plantación. Debemos remover la tierra y conseguir un terreno suelto con una profundidad mínima de 40 cm que son necesarios para que las raíces se hundan uniformemente y produzcan plantas de calidad. Después de remover la tierra, añadiremos estiércol a razón de 8 kg/m2 y removeremos bien la mezcla. Puede resultar interesante añadir un poco de potasio o fósforo.

Los cardos. Cuidados y recolección

Para producir cardos de calidad es necesario, ademas de quitar las malas hierbas (escardar), realizar otras faenas que convierten al cardo en un producto válido para comer. La faena principal es la de blanquear los tallos de las hojas para que las pencas resulten más tiernas y apetecibles. Ello se realiza con la técnica del aporcado que consiste en proteger las plantas del sol para que no les dé la luz y se pongan blancas. Esto se puede realizar mediante métodos diferentes como:

– A principios de otoño y durante un mes, mas o menos, se atarán las hojas y se cubrirá toda su superficie excepto los extremos con algún material (paja, papel, etc.).

– A principios de otoño y durante unos 20 días se atarán las hojas y se cubrirá toda la superficie de la planta menos los extremos de las con tierra.

– Una vez se han cortado los tallos, a finales de otoño o principios de invierno, se entierran en la tierra los tallos y se cubren con paja durante un mes.

limpiando los cardos

Limpiando los cardos

La recolección de los cardos se puede realizar a partir de finales de verano desde el setiembre para las variedades plantadas más tempranamente y a lo largo de todo el otoño e invierno. Deberán cortarse las hojas blanqueadas dejando solamente la parte central de las mismas que corresponde a unas pencas de unos 40 o 50 cm de longitud por unos 5 cm de anchura.

Los cardos. Plagas y enfermedades.

Son los mismos que afectan a la alcachofa. (Ver detalles)

punto rojo Más información sobre las propiedades de los cardos.

Este artículo ha sido avalado por Julián Masats - Ingeniero técnico agrícola especializado en hortofructicultura y jardinería.
Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

11 abril, 2021

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