Reproducción de las serpientes

Cómo se reproducen las serpientes

Serpientes ovíparas y serpientes ovovivíparas

La mayor parte de las serpientes son ovíparas, es decir, ponen huevos. Los huevos de las serpientes tienen distintos tamaños y consistencia según la especie y pueden ser redondeados, elípticos, alargados, blancos o amarillentos. Pueden ser puestos por separado o en grupos como racimos. Los huevos de los reptiles están adaptados a sobrevivir en condiciones de sequedad lo que permitió la conquista de la tierra por parte de los vertebrados. Ello fue posible gracias a la presencia de una membrana, llamada amnios, que envuelve el embrión y que contiene el líquido amniótico y a una dura cáscara que protege al embrión del exterior. El amnios protege el embrión de la desecación. El líquido amniótico es el sustituto del medio acuático donde en los animales menos evolucionados debían llevarse a cabo las primeras etapas del desarrollo

Foto de culebra viperina (cría) (Natrix maura)

Pero también pueden ser ovovivíparas, es decir, que guardan los huevos en el oviducto donde van desarrollándose hasta que el embrión está totalmente desarrollado. En este caso, que se puede observar en víboras, crótalos, boas y en serpientes marinas, las hembras preñadas pasan por periodos de calor prolongado para facilitar el desarrollo de los pequeños. Momentos antes del nacimiento, se hincha hasta tal punto que aplasta literalmente a los otros órganos internos del animal e impide incluso la alimentación por falta de espacio del estómago.

Tanto si la serpiente es ovípara como ovovivípara, el desarrollo de los huevos está relacionado normalmente con las condiciones ambientales. La temperatura afecta de distinto modo a las diferentes especies de reptiles ovíparos, dando machos o hembras. Ligeras variaciones de temperatura pueden dar errores como individuos hermafroditas. Ello se debe a un proceso hormonal que empieza en el interior del huevo antes del nacimiento.

El embrión tarda en desarrollarse entre 60 y 80 días pero depende de las temperaturas medias a la que está sometido. Para romper el cascarón, la serpiente tiene una especie de dientecillo córneo en la punta superior del hocico conocido como diente del huevo. Ese diente cae de inmediato tras nacer la serpiente.

En ciertos boidos, como las pitones, la hembra incuba los huevos enrollándose alrededor de la puesta gracias a que su temperatura corporal está elevada.

Los padres no cuidan a sus crías porque normalmente no existen cuidados parentales en los reptiles. Sin embargo, unas pocas especies incuban los huevos, como la pitón de la India.

¿Cómo saber el sexo de una serpiente?

En todos los reptiles, los sexos están separados, es decir, son animales dioicos en contraposición a los animales hermafroditas. Por ello, distinguimos serpientes macho y serpientes hembra.

En las serpientes europeas, el dimorfismo sexual es poco marcado, por lo que es difícil distinguir el sexo entre estos animales. Sólo alguna especie, como la víbora europea (Vipera berus), tienen librea distinta en ambos sexos con coloración de fondo casi siempre gris en los machos y pardusca en las hembras.

En la mayoría de las especies, únicamente el número de escamas ventrales y subcaudales o el mayor grosor de la base de la cola en el macho distingue su sexo.

Sin embargo, la identificación del sexo es importante tan solo para los científicos o para los criadores.

Desde hace algún tiempo, se encuentran a la venta en tiendas especializadas unas pequeñas sondas metálicas de diferentes calibres y longitudes para determinar el sexo del animal al introducirse dicho aparato en su cloaca. Éste es un método muy fiable tanto con los adultos como para serpientes jóvenes e incluso en recién nacidos. Durante la manipulación, para evitar herir al animal si éste hiciese un movimiento imprevisto, es conveniente que una segunda persona le sujete el cuerpo.

Periodo reproductor en las serpientes

Casi todas las serpientes europeas muestran un único periodo de apareamiento al año que coincide generalmente con la primavera. En muchas especies de ofidios se producen duelos rituales entre machos en el periodo de apareamiento.

Los ciclos reproductivos varían según las condiciones climáticas del hábitat en el que se encuentra la serpiente. Cuanto más breves son los ciclos estacionales, en zonas de alta montaña, por ejemplo, más largo es el periodo que transcurre entre un periodo de apareamiento y otro. Ello se debe a que la temperatura y el fotoperiodo o número de horas de luz solar por día influyen en el comportamiento reproductivo de las serpientes.

Apareamiento en las serpientes

La fecundación en las serpientes es interna y los machos poseen unos órganos copuladores muy particulares conocidos como hemipenes. Éstos emergen y se hinchan únicamente en los momentos de excitación. El resto del tiempo, permanecen en la base de la cola.

La cópula es a menudo precedida de un minucioso examen de la compañera por parte del macho, que vibra la lengua continuadamente. Los boidos machos invitan a la hembra a aparearse estimulando su región cloacal con la ayuda de su espolón.

Durante la cópula, el macho se enrosca parcialmente alrededor de la hembra y a veces le muerde en el cuello.

En ciertas especies de serpiente se producen grandes congregaciones durante la hibernación y el apareamiento, como en la culebra de collar en que varios machos pueden rodear a la hembra receptiva y a veces se observan marañas de hasta 12 individuos.

Más información sobre los reptiles.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

10 abril, 2024

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