Propiedades mágicas del saúco

HISTORIA Y TRADICIÓN DEL SAÚCO

Historia del saúco

El saúco (Sambucus nigra L.) es uno de los árboles que presenta más dualidades, lo bueno y lo malo, lo útil y lo inútil, la parte comestible y la parte tóxica… Sea como fuere, por algo es la planta más mencionada en todos los manuales de plantas medicinales en la tradición europea.

Significado mágico del saúco

Las culturas pre-cristianas consideraban que el saúco era un árbol casi mágico. Dado su espeso y denso follaje, y sus numerosas ramas entramadas, era un lugar idóneo para albergar a todo tipo de duendes, elfos, hadas y toda clase de espíritus buenos de la naturaleza y relacionados con la magia. Es por ello que el respeto al saúco era algo sagrado, llegando incluso, en la cultura celta, a castigar a todo aquél que dañaba o cortaba un saúco, ya que aparte del respeto debido hacia todos sus fantásticos moradores, había también el miedo a su venganza, caso de dañar su hábitat.

Saúco en la era del cristianismo

Con el cristianismo, todos los seres mitológicos, mágicos, espíritus y habitantes del bosque, pasaron a ser considerados como muestras de paganismo y equiparados al diablo. Es a partir de entonces que el saúco pasa a ser el árbol del diablo, el árbol maldito y a considerarse como dañinas o maléficas todas sus partes. El respeto primitivo se convierte en miedo. Pero el substrato del conocimiento primitivo permanece.

Saúco y su asociación con la muerte

A ello hay que sumarle el hecho de su asociación con la muerte, que la cultura cristiana se encargó de enraizar, basándose en que Judas se colgó de un saúco y pasando a denominarlo «árbol de Judas». Según algunos estudiosos, esta asociación solamente tenía en cuenta uno de los aspectos del saúco, la muerte, pero no el de la resurrección.

Según los estudiosos, en la cultura celta, utilizaban un calendario lunar donde cada mes era dedicado a un árbol significativo de su época del año. Y cada dos años, añadían un mes más al calendario. Pues bien, el mes 13º del calendario celta, que iba del 25 de noviembre al 22 de diciembre, estaba dedicado a Ruis, el Saúco, por ser el último de los árboles en perder las hojas y el primero en echar nuevos brotes tiernos. De hecho, cuando en el saúco salen nuevas hojitas nuevas, todavía pueden perdurar algunas de las hojas del año anterior. Se le consideraba por tanto un árbol de traspaso, último en morir, pero el primero en resucitar, un árbol de esperanza.

Saúco en la Edad Media

En la Edad Media se asoció con temas de brujería. En parte debido a la ignorancia y probablemente también a su similitud con otra planta de su especie: el yezgo, cuyos frutos son tóxicos.

El conocimiento y las diversas tradiciones sobre el saúco han tenido también diferentes intensidades y variantes en las diferentes culturas europeas. Dependiendo de la zona geográfica, durante la Edad Media primaron más los aspectos positivos o los negativos, pero siempre un hubo un denominador común: un respeto profundo por este árbol, por la razón que fuere (miedo, propiedades curativas, mágicas, creencias ancestrales, utilidades prácticas, protección, alimento,…).

Así lo corrobora el hecho de que encontramos un saúco siempre plantado próximo a lugares habitados. Incluso la arqueología ha encontrado restos de frutos en asentamientos primitivos. Bien como alimento o como planta curativa, bien para no provocar al diablo o para no molestar a las hadas, lo cierto es que al saúco se le ha respetado hasta nuestros días.

El saúco, un árbol dual

Del saúco podemos hablar de su tradición asociada al mundo de los seres mágicos, pero también a sus utilidades prácticas. Concretamente su madera ha sido utilizada a lo largo de siglos para diversas aplicaciones.

Madera de saúco

Por una parte, se trata de una madera dura, pero a la vez ligera, porqué está vacía por dentro (es un riesgo subirse a un saúco, porque sus ramas vacías no aguantan). Las ramas de saúco poseen una médula interior muy blanda, hasta el punto de que sus troncos se vacían con la ayuda de un hilo de hierro y queda un tubo que tiene diversas aplicaciones:

• Como tubo mismo;
• Como bastón de peregrino, para esconder en él algún dinero;
• Como soplador para encender el fuego;
• Como palo de herramientas del huerto, por su ligereza;
• Como cerbatana, para juegos infantiles;
• Como contenedor o botella, si el palo es ancho;
• O para encender el fuego, cuando se trata de pequeños tronquitos secos de la copa.

En cambio, la madera de saúco, los grandes troncos, no están indicados para hacer fuego, incluso se les atribuían desgracias. Ello es debido a que al ser una planta que crece en lugares húmedos, su madera tiene alto contenido en agua y poca resina. Provoca mucho humo y poca energía calorífica, es una mala leña, pero una buena madera para hacer diferentes instrumentos: pipas de fumar, flautas, varitas, escobas…

Usos y otras utilidades del saúco en la actualidad

En el centro de Europa, sobre todo en Austria, llevan ya años explotando comercialmente los frutos del saúco para la industria alimentaria, bien sea el fruto en si mismo, con diferentes variedades conseguidas a partir de saúcos silvestres, que producen una baya más grande, bien con la elaboración de zumos diversos y sus derivados.

Actualmente el zumo de saúco se utiliza sobre todo, como colorante para la industria agro-alimentaria, (productos lácteos, helados,etc.). Estos presentan un alto contenido en quercetina y antocianinas, que además les proporcionan numerosas propiedades para la salud…

Propiedades de las bayas de saúco

*Artículo elaborado por cortesía de Montserrat Enrich, del blog Gastronomiasalvatge

Más información sobre contraindicaciones y toxicidad del saúco

Escrito por Montserrat Enrich Periodista especializada en plantas silvestres comestibles y usos de las plantas.

30 octubre, 2022