Características de la cotorra de Kramer

¿Qué es la cotorra de Kramer?

Características:

• Longitud: 40 cm.
• Peso: Entre 115 y 140 g.
• Longevidad: Más de 30 años en cautividad.
• Hábitat: Zonas abiertas: sabanas arbustivas, bosques secundarios poco densos, bosques de ribera. Zonas cultivadas, parques urbanos, jardines…
• Distribución: África subsahariana, subcontinente indio, Europa, Estados Unidos, Sudamérica, Oceanía.
• Costumbres: Especie sedentaria, colonial en ocasiones durante el periodo de cría, no territorial.
• Alimentación: Herbívora (semillas, frutos, flores y néctar).
• Reproducción: En Asia, entre febrero y mayo. En África entre agosto y noviembre. Puesta entre 2 y 5 huevos. 1 ó 2 puestas. Incubación 21 23 días.

¿Cómo es la cotorra de Kramer?

La cotorra de Kramer o también llamada cotorra de collar es un ave de tamaño medio, de plumaje verde claro de tono amarillento, con el pico de color rojizo subido de tono y está provista con una larga cola de color verde oscuro con tonos azulados.

Los machos de esta especie tienen un anillo de color rosado y negro alrededor de la garganta. Presentan el mentón de color oscuro. Las hembras carecen de este anillo y de la franja oscura alrededor del mentón y las plumas de su cola son más cortas que las de los machos.

Las crías de esta cotorra son parecidas a las hembras adultas pero su pico es ligeramente de color más claro. Al tercer año de vida, los machos adquieren su característico collar rosado.

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¿Dónde vive la cotorra de Kramer?

Hábitat de la cotorra de Kramer

La cotorra de Kramer es un animal con un gran poder de adaptación, que habita en todo tipo de zonas abiertas con presencia de árboles, como bosques secundarios poco densos, bosques de ribera y sabanas arbustivas. También la podemos ver en entornos humanizados: en campos de cultivos, jardines, parques de zonas urbanas…

Esta especie evita las zonas montañosas y las regiones más secas, pero puede ser vista en zonas con diferentes valores de precipitaciones. Resiste las bajas temperaturas, pero no tolera bien las temperaturas extremas. Ello hace que se instale en zonas modificadas por el hombre que le proporcionan una buena fuente de alimento. En Europa del norte, durante el invierno, este ave depende del ser humano para comer, ya que la presencia de comederos artificiales en los jardines son fundamentales para que puedan instalarse con éxito en dicha región del mundo.

Fuera de su área de distribución original, a la cotorra de Kramer se la ve principalmente en zonas urbanas pero en las Canarias también puede ser vista frecuentemente en los pueblos.

Distribución de la cotorra de collar

La cotorra de Kramer vive de forma original en África y en Asia, porque existen dos poblaciones, la africana y la asiática, conformadas por dos subespecies cada una de ellas. En África, esta especie vive de forma salvaje al norte del ecuador terrestre y puede ser vista en su distribución nativa en la franja del África subsahariana que abarca los países de oeste a este de Gambia, Costa de Marfil, Nigeria, Chad, Sudán o Eritrea. En Asia, esta cotorra se encuentra de forma nativa en Pakistán, India, Sri lanka, Bangladesh y Birmania.

En Europa, esta cotorra ha sido introducida en decenas de países y puede ser vista en países mediterráneos como Portugal, España, Italia, Grecia o Turquía, pero también llega a zonas más nórdicas como Reino Unido, Alemania, Holanda o Bélgica. En España, están presente las dos razas aiáticas de Psittacula krameri y lo hace sobre todo en la región mediterránea, pero también hay poblaciones en el centro peninsular, en Canarias, en Asturias, etc.

Psittacula krameri no solo ha sido introducida en Europa, pues también hay poblaciones de esta especie en Estados Unidos, Japón, Hong Kong, Venezuela…

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Alimentación de la cotorra de Kramer

La cotorra de Kramer es un ave vegetariana, que se alimenta de semillas, frutos, flores y néctar, de cereales, de hierbas y de verduras.

En España, la cotorra de collar se alimenta sobre todo de frutas y semillas, que provienen principalmente de las especies exóticas que se cultivan en los parques y jardines de las zonas urbanas, como de dátiles, semillas de magnolia, brotes de álamo, de ciprés, frutos de higera, de morera, de maíz, etc.

La dieta de esta especie experimenta variaciones en función de la estación. Por ejemplo, en Egipto, este animal se alimenta de dátiles en verano y en primavera come moras de morera.

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Costumbres de la cotorra de Kramer

Aunque se trata de una especie sedentaria, emprende migraciones estacionales en África en busca de alimento o lugares de cría.

En las zonas de alimentación o en los lugares de descanso, estas aves se suelen reunir formando pequeños bandos.

En España, esta cotorra elige algunas especies de árboles para nidificar como las palmeras, el álamo y los plátanos de sombra… Dichos árboles deben tener alguna importante cavidad para instalar su nido, lo que es fundamental para que esta especie pueda reproducirse y prosperar fuera de su lugar de origen.

Reproducción de la cotorra de Kramer

La cotorra de Kramer cría en pequeños grupos en el mismo árbol o de forma aislada. Hace el nido en el agujero de algún árbol. Puede hacer ella misma el agujero cuando la madera del árbol en cuestión es blanda, pero muchas veces aprovecha los nidos abandonados de aves cavernícolas.

Puede llevar a cabo 2 puestas pero generalmente solo realizan una única puesta al año. La hembra suele incubar la puesta durante unos 21 a 23 días.

La época de cría está en función del continente en el que se encuentre este animal porque según ello se hallará en un hemisferio o en otro. Entre finales de febrero y finales de abril cría en Asia, mientras que en África la época de reproducción va de agosto a noviembre.

¿Por qué la cotorra de Kramer es una especie tan abundante?

Esta especie ha colonizado muchos países de Europa gracias al comercio de mascotas a partir de ejemplares que se han escapado o que han sido liberados por sus dueños. La degradación del hábitat, allá donde es nativa, también está haciendo que la cotorra de collar prospere porque vive de forma natural en zonas abiertas y la reducción de masas boscosas densas favorece su presencia.

Durante el siglo XIX, la expansión de la agricultura ya favoreció la presencia de la cotorra de Kramer.

La cotorra de collar, a pesar de ser una especie exótica invasora como la cotorra argentina, en las ciudades españolas no es tan abundante, porque no tiene la misma capacidad para aprovechar los recursos que éstas le ofrecen. La cotorra de Kramer solo come en los árboles y no suele bajar para hacerse con la comida en el suelo, tal y como sí lo hace la cotorra argentina. Esta cotorra depende de los agujeros en los árboles para nidificar, a diferencia de la cotorra argentina que emplea ramitas para hacer sus nidos, sin depender tanto de este recurso como la cotorra de Kramer.

Problemas que causa la cotorra de kramer

Este ave es una especie exótica invasora y su presencia, debido a sus hábitos de cría, repercute negativamente en la reproducción de otras que crían en cavidades o aves rupícolas, como es el caso del gorrión común, de la paloma urbana o del estornino pinto. La razón de ello es que la cotorra de Kramer generalmente empieza a criar antes que dichas especies con las que compite.

Se cree que podría competir esta especie con aves autóctonas de medios naturales, como el mochuelo común (Athene noctua), el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), el pito real (Picus viridis) o, por ejemplo, el trepador azul (Sitta europaea), por los sitios de nidificación.

En los campos cultivos, la cotorra de Kramer puede provocar pérdidas de producción importantes cuando se alimenta de distintos cereales, de frutales y de plantas de café en áreas cultivadas. En sus lugares de origen, la cotorra de Kramer está considerada una plaga agrícola muy perjudicial.

Esta especie es una potencial amenaza de salud pública porque como otras especies de loros puede ser un vector de la enfermedad bacteriana llamada psitacosis.

A todo ello se le tienen que sumar las molestias ocasionadas por los ruidos de este animal en los sitios cercanos a sus lugares de cría.

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Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

24 enero, 2022