Cuántos años viven las tortugas

Longevidad de las tortugas

¿Todas las tortugas viven lo mismo?

Tortuga gigante de Aldabra
Foto de tortuga gigante de Aldabra (detalle de la cabeza) (Geochelone gigantea)

Es muy recomendable informarnos sobre la longevidad de la tortuga que vayamos a comprar como mascota porque estos animales pueden llegar a vivir muchos años.

En este sentido, las tortugas acuáticas, que viven en agua dulce, suelen vivir unos 10 años o 20 años. La tortuga mordedora (Chelydra serpentina) vive unos 15 años. La tortuga china de caparazón blando (Pelodiscus sinensis) también tiene una longevidad de unos 15 años. No obstante, la tortuga de Florida (Trachemys scripta) tiene una esperanza de vida de unos 40 años.

Sin embargo, las tortugas de agua dulce son las tortugas menos longevas que existen, porque, por ejemplo, las tortugas marinas pueden vivir más de 100 años y llegar hasta los 150 años de edad. No obstante, la tortuga laúd, en estado salvaje, no vive más de 50 años. La tortuga boba tiene una longevidad que no supera los 60 años.

Las tortugas terrestres son los animales más longevos que existen. La tortuga caja (Terrapene california) tiene una longevidad máxima de unos 100 años. Sin embargo, las tortugas terrestre gigantes alcanzan una mayor edad todavía con más de 150 años.

Récord de longevidad entre tortugas

Las tortugas tienen una longevidad admirable, sobre todo las tortugas terrestres gigantes. Una de las tortugas que se conoce que vivió más años fue la de Charles Darwin y lo hizo en la proverbial cifra de 175 años. Esta tortuga, llamada Harriet, pertenecía a la especie tortuga de las Galápagos (Chelonoidis nigra).

Sin embargo, la tortuga más longeva del mundo fue una tortuga gigante que falleció a los 255 años de edad en el zoológico de El Cairo.

No obstante, no todas las tortugas llegan a la longevidad máxima en estado salvaje debido a depredadores, problemas de salud y a las amenazas causadas por el hombre y, en cautividad, por no ofrecerles las mejores condiciones.

Cómo saber la edad de una tortuga

Primero nos tenemos que fijar en el tamaño del animal. Sin embargo, no todas las tortugas crecen por igual.

Además, para conocer la edad de una tortuga es necesario saber que cuando las tortugas nacen tienen pequeñas placas o escudos lisos sobre el caparazón (espaldar). Cada año la tortuga crece, así como sus escudos que también crecen. Se forman sobre cada escudo del espaldar las estrías que señalan el crecimiento de la tortuga al cabo de todo el año. Es suficiente con contar el número de estrías (anillos de crecimiento) para determinar la edad de la tortuga. Se aconseja contar las estrías de las escudos vertebrales (los que están en la parte superior del caparazón) para para ser más preciso.

Determinar la edad de una tortuga puede ser una tarea algo complicada.

También tenemos que tener en cuenta que algunas especies exóticas pueden tener dos crecimientos al año en su medio natural como la tortuga de espolones africana (Geochelone sulcata) o la tortuga radiada (Astrochelys radiata) y, por lo tanto, dos estrías para un mismo año. Si la tortuga ha pasado por algún año malo, como mala alimentación, no se formarán estrías de crecimiento. En el caso contrario, si ha tenido muy buenas condiciones durante ese año como una muy buena alimentación puede habérsele formado más de un anillo de crecimiento. Por otro lado, durante los primeros años de vida, es habitual que las tortugas formen varios anillos de crecimiento.

Observando el caparazón de una tortuga, podemos tener una idea bastante exacta de la edad de una tortuga joven porque durante las edades tempranas cada anillo de crecimiento significa un año de crecimiento. No obstante, no es adecuado para tortugas más viejas, porque, al cabo de unos 5 o 10 años, los anillos de crecimiento se confunden unos con otros o se han borrado. Por todo ello, este procedimiento de cálculo de la edad de la tortuga es aproximativo y nunca es matemático.

¿Por qué las tortugas viven tanto?

Tortuga estrellada de Madagascar
Foto de tortuga radiada (Astrochelys radiata)

En general, las tortugas son tan longevas debido a su constitución de reptil y a unas condiciones físicas muy fuertes. Al ser reptiles, las tortugas no gastan energía en general calor porque son animales de sangre fría y tienen un metabolismo más bajo que el de los mamíferos o el de las aves. Por otra parte, los órganos vitales no degeneran con la edad como en los mamíferos o en las aves. Ello se debe a que canalizan su energía en la regeneración celular, por lo que estos animales siguen creciendo durante casi toda su vida.

Además, estos animales poseen un duro caparazón que les protege del ataque de los depredadores. Su caparazón les hace invulnerables a casi cualquier enemigo, excepto al ser humano.

Por otro lado, las tortugas tienen una gran adaptabilidad a los diferentes ambientes y tipos de alimentación.

La tortuga boba (una especie de tortuga marina) tiene una longevidad alta para asegurar que pueda criar y perpetuar la especie ya que empieza a reproducirse muy tarde. Además, en estado salvaje, la esperanza de vida de esta especie es muy alta porque se enfrenta a numerosos peligros como los depredadores y la caza ilegal entre otras adversidades causadas por el ser humano.

En cautividad, la longevidad de la tortuga marina es mayor que en estado salvaje. Ello se debe a una mayor disponibilidad de comida, los cuidados veterinarios y la ausencia de depredadores.

¿Qué enemigos tienen las tortugas?

Como depredadores, las tortugas marinas recién nacidas tienen: cangrejos de mar, mamíferos como ratas, zorros y perros y aves marinas.

Cuando las tortugas marinas crecen son presas habituales de tiburones y orcas.

Las tortugas marinas compensan la gran cantidad de amenazas naturales que existen poniendo muchos huevos. Así consiguieron asegurar su supervivencia.

El ser humano también es un enemigo muy importante de las tortugas marinas. Algunas de las amenazas para las tortugas marinas causadas por el ser humano son:

  • Captura accidental por los botes de pesca.
  • Consumo de productos de tortuga. Se sacrifican las tortugas para obtener alimento, medicinas, joyas y adornos.
  • Colisiones con embarcaciones.
  • Desarrollo de construcciones costeras. De esta forma se reducen los espacios para la puesta de huevos, entre otros problemas.
  • Contaminación de los océanos. Las tortugas marinas confunden basuras con alimento, por ejemplo, bolsas de plástico por medusas. Pueden intoxicarse o ahogarse con las mismas.

Como enemigos naturales, la tortuga de caja tiene las aves, como aves de presa y cuervos y ciertos mamíferos como perros, gatos, mapaches, mofetas, además de serpientes. Éstos atacan las tortugas jóvenes, pero también pueden cazar individuos adultos. Para defenderse la tortuga caja se esconde en su caparazón. Además, puede morder si se encuentra amenazada. La tortuga caja puede cerrar su caparazón para escapar de los depredadores ya que éste tiene forma de cúpula y está articulado en la parte inferior.

Aparte de los depredadores y de las amenazas causadas por el ser humano, las tortugas tienen que enfrentarse a numerosos problemas de salud, como infecciones oculares causadas por bacterias o problemas digestivos causados por parásitos.

Tortuga, símbolo de longevidad

La tortuga es para el ser humano un símbolo de sabiduría y longevidad.

Este animal es considerado para el Japón un animal celestial, símbolo de protección, longevidad, riqueza y prosperidad. Además, es el único de los animales celestiales que permanecen vivos en la actualidad.

Sin embargo, los antiguos cristianos y los orientales consideraban que la tortuga personificaba el mal, tal y como se puede ver de la etimología de la palabra tortuga. Tortuga viene del latín tardío «tartaruchus» que significa demonio a partir del griego tardío «tartarouchos» que significaba habitante del Tártaro o infierno. Ello se debe a que la tortuga vive en el fango con lo que la gente creía que personificaba el mal, ya que según los cristianos, los ángeles están en el cielo y los demonios habitan abajo en el fondo de la tierra.

Más información sobre las tortugas.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

4 diciembre, 2019

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