Cuidados y cría de la escolopendra

Cría del ciempiés

Características de la escolopendra

Las escolopendras, como los milpiés, son animales de cuerpo largo y aplanado constituido por varios segmentos. (ver más diferencias entre los ciempiés y los milpiés). Miden entre 10 y 15 cm, las hembras son algo mayores que los machos.

Estos animales viven debajo de piedras, entre la hojarasca y en los troncos caídos de árboles.

Las escolopendras son animales nocturnas que por el día permanecen ocultos al abrigo de una roca o tronco.

Por la noche, salen a la caza de insectos, arañas y otros animales más grandes.

Las escolopendras son animales longevos que pueden vivir varios años, hasta 7 años.

Como animal solitario y territorial que es la escolopendra, es mejor tenerlo separado de otros animales, incluso de su misma especie porque en la escolopendra se da el canibalismo, o lo que es lo mismo, las escolopendras se comen entre sí.

La escolopendra es de color entre marrón y amarillo o anaranjado, según si son adultos o crías, respectivamente. Las hembras son algo más oscuras que los machos. Esta especie es originaria de la Europa mediterránea, pero existen unas cuantas especies tropicales.

Alimentación de la escolopendra

Las escolopendras son animales carnívoros que se alimentan de artrópodos, además de algunos vertebrados de pequeño tamaño.

A las escolopendras jóvenes les daremos grillos, polillas, lombrices y pequeñas arañas o similares. A las escolopendras adultas, además, les podemos suministrar crías de ratón.

Condiciones de cría de la escolopendra

Esta especie pasa por una hibernación que dura varios meses. Durante este tiempo, se deben mantener a unos 10ºC. El resto del año, se mantendrán entre los 25 y los 30ºC por el día, y unos 20ºC durante la noche.

Una humedad excesiva puede causar infecciones. Sin embargo, la tierra siempre debe estar húmeda. La humedad ambiental correcta para estos animales es del 70%.

Material necesario para las escolopendras

– Terrario de dimensiones mínimas 50 x 45 x 40 (longitud, altura, ancho).

El terrario debe estar sellado para evitar que la escolopendra se escape. De lo contrario, buscará cualquier orificio para fugarse. La simple obertura que deja una cerradura es suficientemente grande como para escaparse.

– Piedras y troncos, que servirán de refugio a la escolopendra.

Reproducción de la escolopendra

La época de cría empieza en marzo o abril.

El macho teje una tela donde deposita los espermatoforos (que contienen los espermatozoides) a la espera que la hembra los recoja para fecundarse.

El apareamiento es largo en los ciempiés y puede durar 1 hora.

Pasado un mes del apareamiento, se la la puesta que está compuesta de unos 20 o 30 huevos que la hembra incuba durante 1 o 2 meses, enrollándose a su alrededor para protegerla de depredadores y de infecciones.

Al cabo de 1 año, las crías ya se pueden reproducir, pero mucho antes, deberemos separarlas para evitar peleas entre si.

Manipulación de la escolopendra

El veneno es el arma principal de que disponen para cazar, pero también para defenderse. Por lo que, aunque estos animales no son mortales, su mordedura si que resulta bastante dolorosa.

La agresividad y rapidez de estos artrópodos, unido a su veneno, los hace animales difíciles de manipular. Para sujetarlos, es imprescindible el uso de unas pinzas de mango largo o bien unos guantes gruesos.

La punta de las pinzas las deberemos proteger con un material suave, como espuma, para evitar que el animal se lastime cuando lo sujetemos con ellas.

Especialmente cuando la hembra esté criando, no deberemos molestar a este animal, si no queremos que el estrés empuje a la hembra a comerse a su propia descendencia.

Se recuerda que el comercio y la tenencia de animales exóticos por parte de particulares en muchos países está regulada por la ley.

Más información sobre la cría de otros animales.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

2 febrero, 2023

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