Historia del yogur

¿Cómo nació el yogur?

¿Cuándo se empezó a hacer yogur?

El origen del yogur empezó hace miles de años, no hay constancia de cuando exactamente, pero se cree que sucedió cuando los humanos eran nómadas, se desplazaban constantemente y empezaban a criar animales para la ganadería como ovejas y cabras. No fue hasta más tarde cuando empezaron a criar vacas.

En esos tiempos los nómadas ordeñaban y extraían la leche de estos animales para su consumo. Debido a que no tenían más recursos que las tripas de estos animales para almacenar el alimento, observaron que la leche, almacenada dentro de la tripa, cambiaba de textura volviéndose granulosa y más sólida.

También sufría modificaciones en su sabor volviéndose ácida. Además, aunque no sabían el porqué de estos cambios, se tiene constancia de que eran reacciones producidas al fermentar por la temperatura a la que se mantenía el alimento y posiblemente gracias a las bacterias que quedaban en las tripas del animal.

Las propiedades del yogur son reconocidas

yogur con fruta
El yogur combina muy bien con la fruta

Poco a poco, se le fueron atribuyendo beneficios al yogur aunque diferentes a los de la leche. Estos también eran muy beneficiosos para la salud lo cual aumentó el consumo de este nuevo alimento por muchas zonas orientales. Posteriormente, y de una manera progresiva llegó a ser consumido prácticamente en todo el mundo, aunque, con mayor o menor intensidad, dependiendo de las culturas y su incorporación en su alimentación habitual.

Ésta incorporación también dependería en parte de si la cultura tenia, y por tanto consumía, la materia prima necesaria para conseguir este nuevo alimento.

A medida que aumentaba el consumo, también aumentaba el conocimiento sobre sus propiedades. Las propiedades que se le atribuían eran diversas, desde utilizarlo como conservante, hasta usarlo con efecto curativo ya fuese a nivel intestinal como para el tratamiento de la piel.

El descubrimiento científico de la formación del yogur

No fue hasta entrado el siglo XX que unos científicos le atribuyeron beneficios debido a las bacterias que contenía el alimento: Lactobacilus bulgaris y Streptococcus termophilus. Estas bacterias son las mismas que conocemos y que el yogur contiene hoy en día

Evidentemente estas atribuciones aumentaron aún más su consumo y gracias a los avances tecnológicos de finales de la época, se pudo conservar y distribuir de forma generalizada éste producto por todo el mundo.

El yogur en la actualidad

A día de hoy, la elaboración del yogur se realiza de forma artesanal e industrial y se elaboran diferentes yogures: con texturas más o menos liquidas, enteros o desnatados, edulcorados, con trozos o sabores de frutas, etc.

Para su comercialización se requiere una base de partida que sea higiénica, homogénea y sin más microorganismos que los que se añaden para su fermentación y con los conocidos beneficios que conllevan.

Los yogures no deben contener flora bacteriana perjudicial para la salud humana, gracias a procesos que destruyen estos microorganismos, como por ejemplo la pasteurización, la esterilización o el UHT.

Indudablemente los sistemas actuales de refrigeración y distribución en frío también juegan un papel primordial en la conservación del yogur.

Más información sobre el yogur.

Este artículo ha sido avalado por Elisenda Carballido - Dietista nutricionista. Postgrado en Fitoterapia y máster en Nutrición y Metabolismo.
Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

4 junio, 2020

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