Definición y tipos de plaguicidas artificiales

¿Qué son los pesticidas artificiales y qué tipos hay?

¿Qué son los plaguicidas y para qué se utilizan?

Los plaguicidas artificiales o pesticidas artificiales son aquellos plaguicidas que no se encuentran en la naturaleza y que han sido sintetizados por la industria química. En otras palabras, este tipo de sustancias «las ha inventado el Hombre».

Véanse a continuación las explicaciones necesarias para entender el verdadero peligro de los plaguicidas artificiales.

Diferencias entre sustancia artificial y natural

Algunas veces se confunde el debate sobre los plaguicidas debido a que los términos artificial y natural son muy ambiguos e insuficientes para describir las propiedades de los plaguicidas artificiales.

Por ejemplo, actualmente la industria química es capaz de obtener substancias puras a partir de extractos vegetales o mediante su propia síntesis. Esto significa que algunas sustancias «naturales» pueden ser obtenidas mediante procesos totalmente químicos, sin necesidad de utilizar materias primeras como fuente de estos componentes.

Las sustancias naturales obtenidas de síntesis química presentan una toxicidad igual a las obtenidas mediante la purificación de materias naturales, extractos vegetales. Por lo tanto, en ambos casos se podría hablar de plaguicida natural, ya que se encuentra en la naturaleza.

Para distinguir los plaguicidas naturales de los preparados con hierbas, es decir extractos no purificados, podríamos hablar de plaguicidas caseros o remedios caseros con plantas insecticidas.

Características de los plaguicidas artificiales

Lo que caracteriza a los plaguicidas artificiales es que estas sustancias no se encuentran en la naturaleza de forma espontánea, sino que en su elaboración tiene que intervenir la industria química. Si el Hombre no hubiese existido, estas sustancias tampoco se podrían haber producido.

La obtención de estos plaguicidas se realiza mediante la combinación de moléculas que nunca se unirían en la naturaleza. En este punto, para entender realmente lo que se quiere mostrar, cabe recordar algunos conceptos básicos sobre química:

hogar sin toxicos xenobioticos

La imagen es la tabla periódica de los elementos químicos. Toda la materia está formada de átomos o elementos. Cualquier substancia o material que esté sobre el Planeta Tierra está formado por alguno o algunos de estos elementos, que se pueden combinar de muchas formas. La combinación de estos elementos puede originar moléculas, sustancias, sales, materiales, alimentos o seres vivos.

De toda la tabla periódica, solamente nos interesa hablar del grupo de elementos halógenos, que es el que aparece destacado. Los principales elementos que se encuentran en este grupo son el flúor (F), el cloro (Cl), el bromo (Br) y el yodo (I).

En la naturaleza, los elementos halógenos se encuentran formando parte de estructuras o moléculas inorgánicas, como por ejemplo piedras, minerales, sales o gases. El ejemplo más básico es la sal de mesa, que está formada por cloro (cloruro de sodio o NaCl).

Es importante saber que los elementos halógenos no se encuentran normalmente dentro de moléculas orgánicas.

¿Qué significa moléculas orgánicas o inorgánicas?

En química se distinguen dos tipos de estructuras: las orgánicas y las inorgánicas. Se denominan estructuras o moléculas orgánicas aquellas formadas por cadenas hidrocarbonatadas (que contienen sobre todo carbono e hidrógeno). Las substancias que no están unidas a cadenas hidrocarbonatadas son las inorgánicas.

Casi todo lo que se estudia en alimentación y biología son sustancias orgánicas. Los seres vivos (plantas, hongos y animales) se componen principalmente de sustancias orgánicas, como son las grasas, las proteínas, los carbohidratos, la fibra, las vitaminas, el colesterol, las enzimas, hormonas del cuerpo, el azúcar, la lactosa, etc.

Tras este breve repaso, volvemos al tema de los halógenos. Dentro de la química orgánica, solamente hay un tipo de moléculas orgánicas que contienen un elemento halógeno: las hormonas tiroideas (son proteínas con yodo).

Salvo esta excepción (y algunas pocas más), se puede afirmar que, en la naturaleza, los elementos halógenos casi nunca se encuentran formando parte de las estructuras orgánicas.

Origen de los pesticidas artificiales

Lo que hizo la industria química fue mezclar elementos halógenos con moléculas orgánicas, obteniendo toda una clase de sustancias de características muy particulares.

Estos descubrimientos fueron excepcionalmente útiles para desarrollar nuevos materiales: algunos muy resistentes (como el teflón), otros más seguros (como inhibidores de la llama, contra incendios) y otros muy tóxicos para los animales, como los plaguicidas.

Efectos negativos de los compuestos halógenos orgánicos

Lo que no se contempló en el momento de estos descubrimiento, fueron una serie de aspectos negativos de estos compuestos, que se han ido constantando con el paso de los años.

Estas sustancias tienen un gran poder contaminante de los ecosistemas ya que cuestan mucho de eliminar. Además, también afectan a la salud de las personas, de las plantas y de los animales, tanto a nivel toxicológico como hormonal.

En toxicología se clasifican como compuestos orgánicos persistentes (COP o COPs) y son uno de los xenobióticos de nuestro cuerpo.

Plaguicidas artificiales con compuestos halógenos orgánicos

En el tema que nos ocupa, cuando nos referimos a plaguicidas artificiales nos solemos referir a los plaguicidas organoclorados (como el DDT).

Tras décadas de uso, estos químicos demostraron ser bioacumulativos y persistentes, además de muy tóxicos para los ecosistemas. De hecho, su uso fue el que marcó el inicio del movimiento ecologista.

Aunque la mayoría de estos químicos están prohibidos actualmente, estos plaguicidas y sus derivados siguen presente en los suelos donde se había cultivado antiguamente (alta persistencia en el ambiente). También se han detectado en la leche materna, en carnes, lácteos, pescados y en alimentos vegetales.

¿Qué alternativas se encontraron a los plaguicidas artificiales?

Actualmente se utilizan plaguicidas artificiales que no están formados por halógenos, aunque también son de síntesis química y no se encuentran en la naturaleza. No obstante, son menos acumulativos en el ambiente y tienen menor capacidad de persistencia y contaminación que los anteriores.

Dentro de este otro grupo de plaguicidas artificiales tenemos:

punto rojo Más información sobre los pesticidas.

Este artículo ha sido avalado por Julián Masats - Ingeniero técnico agrícola especializado en hortofructicultura y jardinería.
Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

22 abril, 2019

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